PRESENTACIÓN AGOCV
El día 26 de julio ha sido muy importante para todos nosotros, dado que por primera vez nos anunciamos públicamente como una única asociación: Asociación de Guías Oficiales de la Comunidad Valenciana, AGOCV. Tras un año de gestiones, ahora podemos decir con todo el orgullo que el esfuerzo ha valido la pena. El evento organizado ha sido una demostración de ello.
Asimismo este año ha sido importantísimo para la ciudad de Valencia en particular y, para la Comunidad Valenciana en general por dos motivos. El primero es que por primera vez España y, concretamente, Valencia, ha pasado a formar parte de la legendaria ruta de la Seda. Ello ayuda a rescatar del olvido tan importante industria manufacturera con una larga tradición en la historia de estas tierras. En Fallas vino la Comisión de la UNESCO a ver con sus propios ojos la herencia sedera, plasmada en la vestimenta de los falleros. Y se han dado cuenta del valor tanto cultural como económico que supone este aporte valenciano en la difusión de la sericultura en el mundo entero.
No muy lejos de aquí, en la C/ Roger de Flor está la sede de la UNESCO, ubicada en el palacio de Malferit, con un cartel gigante en la fachada, en el que la imagen de una caravana de camellos nos remite a las caravanas sederas de antaño.
El segundo motivo es la apertura, largamente esperada, del Colegio del Arte Mayor de la Seda en la C/Hospital, rehabilitado gracias a la fundación Hortensia Herrera. Ya antes de su apertura, en lo que hoy es la tienda, se podía atisbar las actividades que se desarrollaban en el pasado en este emblemático lugar, al ver día sí y día también a la figura de Vicente Enguídanos, el último “mestre velluter” de España. Cada mañana se pasaba horas inclinado sobre un telar antiguo, tejiendo. Se tarda 4 horas en tejer un cm de tela. Ya saben que algunas partes de los más representativos trajes falleros se hacen manualmente. Imaginaos la increíble labor y paciencia de aquellos que cosen, tejen y bordan a mano.
Con la nueva vitalidad, insuflada tanto por la aceptación de la UNESCO como por la apertura del Colegio, esperamos que nuevos maestros artesanos sigan formándose y hagan perdurar este arte tan típico de Valencia. De hecho, durante las visitas guiadas por el Colegio, se puede acceder al telar donde un maestro artesano explica el proceso de fabricación del tejido.
Nos hemos reunido delante de la Lonja de los Mercaderes por estar vinculada ésta a la labor de la UNESCO, al ser el Monumento Patrimonio de la Humanidad desde 1996. Por otra parte, su nombre más conocido es la Lonja de la Seda, de modo que también tiene relación con todos los acontecimientos importantes que tuvieron lugar este año. Además, el edificio en sí constituye un hito en la visita guiada de cada guía oficial de Valencia, tanto por su belleza arquitectónica, como por la labor que se desempeñó dentro del edificio a lo largo de toda su historia.
El llamado Salón de Contratación y la Torre fueron obra del genial Pere Comte, “molt sabut en l’art de la pedra”, arquitécto famosísimo del S. XV, quien participó en todas la obras importantes de aquella época: ampliación de la Catedral; TT Quart, Almudín, San Nicolás, el desaparecido Portal Nou (donde el pte de San José), las murallas, obras fuera de Valencia, entre otras, Catedral de Tortosa y Catedral de Orihuela y un largo etc . Aunque la Lonja se puede considerar su obra maestra, en la que se volcó completamente, hasta el punto que se le nombró “alcaide y guarda vitalicio de la Lonja”. La Sala de Contratación fue terminada en apenas 15 años, muy rápido para la época de la que estamos hablando. Y más, teniendo en cuenta los rompezabezas estructurales que presentó: la altura, la armonía, la esbeltez, la robustez… Conservada, a pesar de todos los contratiempos.
Es un edificio construido con fondos de la “clase media”, es decir, comerciantes y artesanos, entre los cuales, el gremio Dels Velluters – sederos – dio la mayor parte de la suma. De ahí que a menudo se le llama al edificio la Lonja de la Seda, cuando en realidad abarcó todo el espectro comercial y artesanal de la época.
En el S XV había 4.000 talleres cuya actvidad de una manera u otra se relacionaba con la seda. Ya no sólo maestros tejedores, sino todo un sector amplísimo, desde los tintoreros hasta las bordadoras; desde los cardadores, hasta los costureros. De modo que una quinta parte de la población de Valencia – es decir, unas 20.000 personas – estaba implicada en la producción sedera. La mayor parte se exportaba a las Américas.
Hasta hace poco la ruta terminaba en Italia, donde el centro histórico de la producción sedera era Génova. Al incorporarse Valencia a este recorrido, se puede decir que la ruta de la seda, en realidad, atravesaba el océano y seguía sus peripecias por las recién conquistadas tierras del Nuevo Mundo. Finalmente, llegaría a un punto en que daría la vuelta al globo, alcanzando sus raíces en la remota China.
La primera mención de la seda data del IV milenio a. C. Mientras que en los escritos de Confucio se cuenta la historia de un emperador mítico, quien vivió en el III milenio a. C, a cuya esposa se le debe el descubrimiento de la seda: se le cayó un capullo de seda en el té y cuando la mujer intentó atraparlo, el hilo se soltó y ella lo volvió a enrollar en una bobina. Así nació la fabricación de la seda.
Con los guerreros árabes y nuevos pobladores del Oriente Próximo, el arte de la seda entró en la Península, mientras que en Europa el monopolio lo ostentarían Bizancio y más tarde Génova. Una importante colonia genovesa se estableció en Valencia entre los s.s. XIV y XV, cuyas técnicas se mezclaron con los motivos decorativos de la zona, herederos de la tradición musulmana. De modo que en el s. XV en la Península Ibérica había varios centros sederos: el más importante – la Granada nazarí, le seguía Toledo, Valencia ocupaba tercer puesto y detrás iba Requena.
La seda está presente en muchos ámbitos de la vida valenciana. Por ejemplo, reflejada en la arquitectura de muchas casonas antiguas, al tener éstas un altillo donde se criaba el gusano. Los extensos campos de morera perduraron hasta el siglo XIX, cuando la naranja se erigió en la reina de la agricultura. Todavía hoy en algunos pueblos persiste la costumbre de criar gusanos de seda como parte de educación escolar. Y, por supuesto, el exponente máximo son los trajes tradicionales, ya no solamente falleros, sino que la vestimenta tradicional valenciana en general siempre incorpora algún detalle hecho de seda.
China – Oriente Próximo – Bizancio – Italia – Califato de Córdoba – tierras valencianas – cornisa atlántica – las Américas. Un larguísimo hilo de seda ata todos estos territorios, siendo el denominador común de la multitud de teselas que componen un inmenso mosaico cutlural.
Nosotros, en calidad de guías oficiales, somos responsables de mostrar el lazo de esta unión y de fomentar el intercambio y tolerancia intercultural entre nuestros visitantes. A través de la historia de la Lonja de los Mercaderes y la Ruta de la Seda la gente descubre nuevas realidades, por lo que nuestra labor, como difusores de patrimonio, queda cumplida.
Postscriptum:
Como apunte final, pero no menos importante, queremos agradecerle a Germà Alcayde Pascual, Director del Consejo Regulador DO Chufa de Valencia, la organización de la degustación de la horchata DO. No todo son historias y anécdotas, la gastronomía forma parte de la cultura. Les invitamos a probar un producto de calidad, típicamente valenciano, cuidado y mimado desde la simiente hasta la elaboración de la deliciosa bebida, cuyos sabor, textura y aroma les harán desear volver a paladearla una y otra vez.
En Valencia, 26 de julio de 20016
Por Oxana Gorbenko
Guía Oficial CV