Es uno de esos lugares que enamoran, bañado por el mar Mediterráneo. Fue el último lugar donde vivieron los caballeros de la orden del temple. Llegaron a Peñíscola buscando un lugar estratégico y defensivo. Sobre la antigua alcazaba arabe, construyeron su Castillo templario, aún hoy en día podemos observar su legado en dichos muros.
Años más tarde Peñíscola, se convertiría en la ciudad Papal del Papa Luna, Benedicto XIII. No solo reformaría el castillo si no los accesos a la ciudad. En ella permanecería hasta su muerte, solo y abandonado por todos.
Acceder al castillo no es fácil pero merece la pena adentrarse por su casco histórico, pasear por sus calles y callejones.
Cargada de episodios históricos, papel clave en la guerra de Sucesión y más tarde en la guerra de la Independencia.
Contemplar desde los baluartes el inmenso mar es una parada obligatoria.
Peñiscola a su vez, es ciudad de cine desde el rodaje del Cid, una gran producción al más puro estilo Hollywood, hasta producciones de menor importancia.
Berlanga la eligió en diferentes películas y en los últimos años ha sido protagonista de series de gran relevancia internacional como Game of Trones .
El mar es el gran representante de la ciudad, abraza su casco histórico recordando un en origen era una península. En los días de tempestad a través del hermoso bufador, se siente el rugido del mar o el llanto del Papa Luna.
Ven y descúbrela de la mano de un guía oficial, junto el, tu visita será única.